La Museología, Museografía y los principios teóricos sobre el Museo: Conceptos fundamentales
Tras la segunda Guerra Mundial surge el concepto de “Museo” tal y como lo entendemos en la actualidad, regido en base a una serie de principios teóricos.
Es en la revista “Museum” donde se publican dichas bases según las cuales, un Museo no sólo trata de un espacio creado para reagrupar obras como consecuencia de desastres bélicos, tal y como se entendía hasta la fecha. Además, se suma el requisito de disponer de otras competencias, tal y como veremos a continuación.
El Bien Cultural; Evolución e Historia
Conceptualmente el Bien Cultural es herencia de la definición de Obra de Arte, entendida como creación de carácter plástico con unos valores determinados: Autenticidad, Originalidad y Calidad. Valores muy contemporáneos, cuya naturaleza cambia según la época y cultura en la que el arte se desarrolla.
La Creación es síntoma de una Cultura, de una manera de ver la realidad, es un producto humano. A su vez la Cultura está compuesta de muchos elementos que influyen en el arte y lo condiciona, pero el arte también es reflejo de la expresión del individuo, tiene vida propia, por lo que influye en la sociedad.
La palabra Cultura proviene del verbo “cultivar”. La definición de Cultura va ligada al concepto de Civilización y ésta, a su vez, implica progreso, desarrollo de una sociedad. Pero la Cultura no es civilización sino tradición, costumbre.
El concepto de Bien Cultural es por tanto muy amplio. Hoy día da cabida a todo lo que sea testimonio de una cultura, pero a lo largo de la historia no ha sido de este modo.
En el siglo XIX las obras de arte eran aquellas que tenían un valor histórico artístico y arqueológico. Posteriormente se incluyen los monumentos y por último lo inmaterial como por ejemplo canciones, bailes, cuentos o las instalaciones.
Por tanto, a pesar de que los primeros Museos fueran de carácter artístico, es el concepto de Bien Cultural es que hace que tengan cabida en ellos cualquier otro tipo de patrimonio.
El Museo; Origen del término y definición
La palabra Museo procede del latín museum, y ésta a su vez del griego mouseion, y ésta de musa, cada una de las nueve divinidades griegas del pensamiento.
Entendido como edificio, el Museo es aquel espacio que se dedica a la actividad artística, cuyo origen encontramos en el Renacimiento. Concretamente con la actividad del Museo Capitolino, fundado por el Papa Sixto IV. Aunque el concepto de Museo actual como institución de desarrolla a partir de la Segunda guerra Mundial.
Según la Real Academia de la Lengua Española, el término Museo tiene dos acepciones:
- Edificio o lugar destinado al estudio de las ciencias, las letras humanas y las artes liberales.
- Lugar en el que se guardan objetos nobles, pertenecientes a las ciencias y las artes.
Pero es el Consejo Internacional de Museos ICOM quien establece por primera vez una completa definición de Museo, dando cabida a los conceptos de Museología y Museografía: “Institución permanente, sin finalidad lucrativa, al servicio de la sociedad y de su desarrollo, abierta al público, que adquiere, conserva, investiga, comunica y exhibe para fines de estudio, educación y deleite, testimonios materiales e inmateriales del hombre y de su entorno”.
Es importante destacar en ella que es una institución sin finalidad lucrativa, porque en un Museo no se puede comercializar con las obras que expone; que ayuda al desarrollo de la sociedad gracias a su función didáctica que aporta conocimiento y su concepto de estar abierto y accesible al público.
La actividad museística consiste en las siguientes acciones:
- La adquisición de piezas para completar sus fondos.
- La conservación preventiva de las obras que adquiere para ubicarlas en un espacio adecuado según sus características. Y en caso de que alguna pieza esté en malas condiciones, su restauración.
- La investigación, documentación y catalogación de las obras que tiene en sus fondos.
- La selección, exposición y comunicación, para conformar la colección que se quiere exponer al público para transmitir un concepto.
Como vemos dichas actividades entran en el terreno que ocupa la Museografía que desarrollaremos más adelante, con fines de estudio, educación y deleite, dirigido al visitante y su diversidad.
Recordemos que el museo tiene que transmitir una experiencia estética a través de la cual podamos cultivarnos a la vez que disfrutar. Y esa experiencia es producto de nuestros sentidos, sentimientos y pensamientos.
Museología; Concepto y principios museológicos
El concepto y principios museológicos quedan postulados en artículos de la revista “Museiom” que se publican a comienzos del siglo XX, tras la I Guerra Mundial.
Tras la II Guerra Mundial, nace el ICOM, patrocinado por la ONU y la UNESCO. Un organismo para la gestión de todos los aspectos relacionados con el patrimonio, y que también define la profesión de Restaurador.
La Museología es la ciencia que trata del museo, recoge su metodología, la organización, objetivos y planteamientos teóricos que deben regir a esta institución.
Su fundamento es el individuo o público. Si en el coleccionismo lo importante era la obra, el museo persigue que se produzca una experiencia estética. Por tanto, la museología tiene como objetivo hacer accesible a cualquier tipo de público los testimonios conservados de la humanidad, valiéndose de un estudio científico y de una selección razonada de obras, valiéndose tanto de disciplinas científicas como humanísticas.
Por tanto, la museología tiene dos pilares, por una parte esa conservación científica y por otra, la selección razonada de obras, teniendo en cuenta al individuo y sus distintos niveles culturales, para lo que se vale de la pedagogía y de la didáctica.
El objeto de la museología es la pieza artística, el contenido del propio museo. Su tutela pertenece al estado, por lo que sus obras no pueden ser vendidas, exportadas o utilizadas, para uso incorrecto. La tutela va dirigida también al conocimiento de la pieza, ya que no se sabe el valor que tiene hasta que no se estudia. La tutela también abarca la conservación preventiva física de la obra, así como el medio donde va a estar ubicada, para evitar riesgos.
Hoy en día las obras se mueven continuamente de una exposición a otra, por lo que hay que tener claro los conceptos jurídicos, hay que seguir una serie de protocolos para que una obra pueda ser prestada y viajar. Ese afán de difusión a veces se contrapone a conservación, pues toda obra que se mueve de su hábitat sufre, y muchos museos son poco conscientes de este hecho.
Los 5 Principios Museológicos
- Toda obra que entra en un museo se descontextualiza, la obra puede adquirir valores nuevos o perder otros, aunque el museo, con los recursos museográficos, va a intentar que la obra no pierda valores e incluso que gane otros.
- Toda obra tiene un valor intrínseco, puede o no tener valor artístico, pero sí un valor estético en el museo, entendiendo por estético “estudio de lo bello”, o “concepto de belleza”.
- El museo va a buscar que se produzca una experiencia estética, ligada al disfrute y al deleite, de corte sensorial; siempre lo estético lo asociamos a la vista, pero no es así, no siempre se va a producir la experiencia estética, va a estar en función de la sensibilidad del individuo y de su nivel de formación, además del gusto, que es subjetivo, mientras el valor es objetivo, es decir, podemos reconocer que una obra tiene un valor, pero no gustarnos.
- El museo sirve para la formación del gusto del individuo, es decir, el gusto se educa. Lo cual incidirá, en el mercado y en la valoración económica del arte.
- El museo puede incidir en la sociedad en las creaciones artísticas, puede fomentarlas.
En resumen, la ciencia de la museología tiene como razón de ser el individuo. La experiencia proviene de los sentidos y de los sentimientos, y el sentido que más se activa es el de la vista, esto condiciona a las personas con minusvalía, es un reto que se plantea el museo para llegar a todos los públicos.
Museografía; El fenómeno museográfico
La Museografía es la puesta en práctica de los principios teóricos del Museo anteriormente vistos y existe desde la acción coleccionista.
Abarca por tanto, cualquier aspecto de carácter práctico o una situación de carácter específico, por lo que debe ser entendido como un fenómeno, ya que cambia de dirección según las realidades museográficas de los museos.
La museografía abarca toda la trayectoria de una obra desde que el Museo la adquiere hasta que se expone en una sala:
- Adquisición.
- Investigación y estudio.
- Conservación.
- Selección.
- Comunicación.
- Exhibición.
La sociedad de consumo actual ha propiciado un amplio desarrollo de la museografía en todos los niveles, desde el diseño gráfico, la publicidad o marketing de las obras, hasta la capacidad de adaptación y usabilidad de los espacio para cualquier tipo de público atendiendo a sus peculiaridades.
Gracias a la museografía el Museo ya no es sólo un lugar en el que se exhiben obras al público, además, adquiere un carácter lúdico, porque cuenta con biblioteca, un taller de conservación-restauración, guarderías, cafeterías y tiendas… Recordemos que toda obra que entra a formar parte de una colección museística adquiere valor y sirve para que el individuo conozca, estudie y disfrute con ella.
Escrito por Inmaculada Peña
Artista Plástica, Licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Sevilla.