Autorretrato, Henri de Toulouse-Lautrec
Este autorretrato es una singularidad en la producción artística al óleo de Henri de Toulouse-Lautrec, quien rechaza el modelo más clásico del artista que se retrata portando sus atributos de la profesión.
Los demás autorretratos que conocemos de él son muy variados, diversos e irónicos, dónde ridiculiza sus rasgos físicos, su prominente nariz y boca amplia. En otras ocasiones, se inserta en el fondo de las composiciones, rodeados de otros personajes, espectador de su propia obra.
En este caso, el artista aparece esquivo, semi oculto, desenfocado y lejano del espectador. Se retrata enmarcado en una doble dimensión, una creada por el espejo en el que se refleja — normalmente oculto en la mayoría de los autorretratos — y otra, generada por la barrera de elementos que aparecen por encima del mueble que se alinea con la base rectangular del soporte, en la que aparece una figura de un jabalí de color bronce, un candelabro y varias tazas. Casi parece que el artista se esconde detrás de ellos.
La amplia pincelada con la que ejecuta su rostro desenfoca sus rasgos, a los que la pose a contraluz contribuye a potenciar el carácter melancólico de la escena, quizás la imagen que el autor tiene de sí mismo.
Título: Autorretrato.
Autor: Henri de Toulouse-Lautrec.
Fecha: 1882-1883, Impresionismo. Autorretrato.
Técnica: Técnica: Pintura al Óleo sobre lienzo, 40,5×32,5 cm.
Localización: Museo Toulouse-Lautrec, Francia.
Escrito por Inmaculada Peña
Artista Plástica, Licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Sevilla.