Fundamentos del Coleccionismo de Arte

por | 4 Oct, 2021 | Museos

El Coleccionismo es una actividad que se produce desde la antigüedad en la humanidad.

Relacionada con ella se encuentra la institución del Museo, cuyo concepto y creación como tal, es relativamente reciente. De hecho, la mayor parte de los grandes Museos del mundo se fundaron durante el siglo XIX, con el fin de albergar la gran cantidad de colecciones de arte procedentes de expropiaciones llevadas a cabo durante los movimientos revolucionarios que invaden Europa a partir de la Revolución Francesa de 1789.

Tal fue el caso del lienzo de la Inmaculada Concepción de Los Venerables, realizado por Murillo entre 1660 y 1665. Una obra sustraída en 1810 por el comandante general de las fuerzas francesas Jean-de-Dieu Soult, durante las campañas militares en Andalucía y que tras muchas vicisitudes se encuentra expuesta en el Museo del Prado en Madrid.

Los edificios convertidos en Museos, poco a poco ampliarían sus fondo con nuevas piezas, agrandando así su espacio expositivo y fondo de colecciones.

1. Aspectos psicológicos y sociales de la acción de Coleccionar

El ser humano ha coleccionado desde siempre y lo sigue haciendo porque es una actividad que ayuda al individuo en dos aspectos fundamentales. Por una parte, le ayuda a formarse una idea de la realidad y por otra, porque es capaz de suplir algunas de sus carencias.

Los niños coleccionan de manera inconscientes desde los 3 años, agrupando juguetes, aunque de manera egoísta, sin compartirlos. A una edad mayor, de 7 a 12 años aproximadamente, el coleccionismo tiene motivaciones clasificatorias más intencionadas. Ordenan, completan series y saben por qué les gusta coleccionar una cosa y otras no.

En la etapa de la adolescencia, son otras cuestiones las que le preocupa y pasada la pubertad vuelve otra vez una etapa coleccionista que algunas personas mantienen toda su vida, o dejan por completo esta actividad por falta de interés.

En el caso del Coleccionismo de obras de arte, debemos tener en cuenta que es una acción que pertenece a la élite de la sociedad, con capacidades económicas altas y muy por encima de la media. Dentro de esta clase social, pueden ser personas que cuentan con una gran sensibilidad por lo artístico, con el fin de conseguir aumentar su prestigio social en su estatus o como una forma de inversión del capital a largo plazo.

2. Características del Coleccionismo artístico

El Coleccionismo de arte cuenta con una serie de características que a grandes rasgos, podemos enumerar del siguiente modo.

En primer lugar, tal y como hablamos anteriormente, da lugar a la fundación de Museos. Son innumerables las instituciones museísticas que nacieron con el fin de albergar las grandes colecciones de arte que por diferentes motivos históricos fueron descontextualizadas de su emplazamiento original.

Como ejemplo, podemos nombrar la Galería Tretyakov de Moscú, Museo Nacional de Bellas Artes Ruso. El edificio de dicha institución, nace para albergar la colección de iconos antiguos del comerciante Pavel Mikhailovich Tretyakov (1832-1898). Su pinacoteca, cuenta en la actualidad, con una colección única, de más de cinco mil ejemplares originales de pinturas de Iconos religiosos, además de un recorrido por toda la evolución artística de la pintura rusa hasta nuestros días.

Como segunda característica, el Coleccionismo de arte es una actividad propia de las élites, ya que cuentan con recursos económicos altos que deciden invertir en obras.

Otra característica es que es una actividad que general y desarrolla determinadas profesiones, como por ejemplo las del Conservador y Restaurador de Bienes Materiales, encargados de que las piezas perduren en el tiempo.

Así mismo, gracias al Coleccionismo y el estudio de las obras, autores y contexto, se van a establecer los distintos valores en el Arte.

Y por último, hay que comentar que el hecho de Coleccionar arte como actividad, va a ser también llevado a cabo por los museos que funda. Son muchas las noticias en las que vemos como obras subastadas son adquiridas por las grandes instituciones museísticas para completar sus colecciones más importantes.

3. Principales agentes del Coleccionismo

Las motivaciones que mueven a los agentes que intervienen en la acción de Coleccionar arte son fundamentalmente tres. La primera sería el respeto a la tradición, al pasado. La segunda, el instinto natural de propiedad, con el que se persigue en muchas ocasiones cierto prestigio social. Y en tercer lugar, “el amor al arte”, ya que en muchas ocasiones han sido los propios artistas quieres han coleccionado obras propias o de otros autores.

Entre los principales agentes que intervienen en el Coleccionismo podemos distinguir una serie de grupos sociales, ordenados de menor a mayor conocimiento.

De este modo, en la base encontramos el grupo de los curiosos. Este perfil fue la primera figura del coleccionismo, surgiendo cuando el estilo Manierista cobra una mayor importancia. Fueron personas que se dedicaban a coleccionar curiosidades y rarezas, lo que hoy en día, entendemos por anticuarios.

Le sigue el grupo de los amateur, quienes no sólo se interesan por coleccionar “lo raro”, además buscan la belleza y calidad en las piezas que van adquiriendo para completar sus colecciones.

El tercero de los grupos, que surge a raíz de los dos anteriores, son los conocedores. Estos suman sus motivaciones por la estética y la rareza, además de otras cuestiones que hacen que sean especialistas en temas concretos, lo que los hace buscar también la calidad. Hoy en día hablaríamos de los expertos en catalogación de piezas de arte.

En el último grupo estarían los eruditos, con una actitud paralela al experto. Surgen durante el siglo XIX, debido a la influencia del pensamiento “positivista”; una mentalidad que se interesa por el dato concreto, como por ejemplo la cronología, las medidas del soporte, la iconografía representada, el autor, etc., obviando otros valores esenciales para determinar su nivel de calidad.

4. Figuras interactúan en el Coleccionismo de Arte

Entre las figuras que más interactúan en el Coleccionismo de arte encontramos las siguientes:

El Mecenas

La figura del Mecenas está muy relacionada con el Coleccionismo y sin duda, es uno de los grandes propulsores de esta actividad, ya que invierten dinero y esfuerzo en que se desarrollen actividades artísticas, creando a su vez tendencias en el mercado y en la sociedad.

En el caso de periodo Renacentista, los mecenas fueron personas muy influyentes. Son las  grandes familias italianas las que van a proteger a artistas y amparar su producción artística.

Anteriormente la actividad artística estaba establecida en los gremios, donde el artista trabajaba en un taller para un cliente. La diferencia con el mecenazgo, es que ahora el artista tiene un poco más de estabilidad para desarrollar su obra.

En la actualidad, la figura del Mecenas ha cambiado, ya que dirige sus intereses a la adquisición de piezas, pero no a esa protección del artista.

Los Artistas

Los Artistas son los que crean las Obras de Arte susceptible de ser coleccionadas, y de su actividad depende el propio negocio del Arte.

Desde la Edad Media, el Artista ha estado a cargo de la figura del Mecenas, quien adquiría su obra. Es a partir de la Revolución Francesa cuando los artistas comienzan a ser más independientes, salen del taller que les proporciona el Mecenas y crean sus propios espacios de trabajo, al que tenían acceso otro tipo de clientes.

En cualquier lugar, dentro del Coleccionismo artístico, es imposible separar una obra de su creador, y para valorarla, es fundamental conocerlo, tanto su personalidad y trayectoria, como el contexto social e histórico en el que vivió. Sólo de este modo, podemos detectar el grado de originalidad y autenticidad de sus piezas.

Los Conservadores y Restauradores

Ambas profesiones, hoy en día regladas por las Universidades, tuvieron su origen en la propia figura del artista que, atendiendo a las necesidades del Coleccionismo de arte, tiene que desarrollar su labor de restauración y conservación de obras de arte para que perduren en el tiempo.

En muchas ocasiones han desempeñado a su vez una labor de asesoramiento, por ser expertos en el tema artístico, aportando sus conocimientos al Coleccionista a la hora de adquirir las obras.

Los Intermediarios

Por último, tenemos que hablar de la figura del Intermediario que nace en el siglo XVII, asociada al desarrollo del mercado de Obras de Arte en los Países Bajos.

Dentro de este grupo podemos hablaremos de diferentes categorías actuales. En primer lugar los Marchantes, que compran obras que posteriormente venden para ganarles beneficios; Los Críticos, que ponen en valor las piezas y artistas; Los Galeristas, dueños de establecimientos donde organizar subastas y venden obras; Y por último, los Peritos, que realizar valoraciones de las piezas, para su posterior adquisición por parte de aquellos Museos que estén interesados en ellas.

Escrito por Inmaculada Peña

Artista Plástica, Licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Sevilla.

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