Retrato de María Santísima de las Mercedes

Siempre que me enfrento al retrato a pastel de una escultura con muchos años, en su policromía antigua puede notarse el paso del tiempo, aportando pequeños detalles muy interesantes desde el punto de vista artístico. De hecho, gracias a la técnica a pastel, puedo hacer con gran facilidad cualquier tipo de textura de una policromía en madera.

Por esta razón, el retrato de María Santísima de las Mercedes era una reto, por la ausencia de una textura fruto de la antigüedad de la obra. Era por tanto fundamental, centrarme en el color tan variado de la carnadura, muy delicado en las transiciones y tremendamente difícil de plasmar en pastel sin hacer uso de cualquier elemento de difuminado para no restar esa potencia al color que necesitaba.

Espero que su nuevo dueño disfrute tanto de la obra, como yo he disfrutado en hacerla.

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