Retrato de Nuestra Señora del Rocío

Es la primera vez que realizo el retrato de esta Virgen. Y en este sentido, para mí ha supuesto todo un reto, por la cantidad de obras que tiene dedicadas, y que han sido realizadas por artistas de muchísimo nivel.

Siguiendo con la línea de mis retratos devocionales, quería que su cara fuera la única protagonista, excluyendo elementos tan importantes como la imagen del niño Jesús. Pienso que el nivel de devoción que tiene es más que suficiente para reconocerla desde cualquier ángulo o detalle de la misma. Y más, esa mirada fija tan especial que tiene.

Como en otros retratos que he realizado, he querido potenciar el brillo del barniz sobre su policromía. Un policromía muy compleja por la cantidad de matices nacarados que tiene y la limitación de los colores a pastel que en muchos casos me encuentro.

Pese a ello, estoy contenta con el resultado, porque brilla con luz propia y porque creo que he podido captar la suavidad de la superficie del rostro, evitando el ruido que se produce entre las transiciones de color, difuminando directamente con pastel, sin usar una herramienta específica para ello.

Obras relacionadas