Senecio, Klee
En la década de los años veinte, Klee realiza una pequeña serie compuesta por tres pinturas: Senecio (1922), El Actor (1923) y Clown (1929). Son las obras más importantes del periodo donde representa figuras humanas en las que sus máscaras son las protagonistas indiscutibles.
En el caso de Senecio, la máscara del sujeto es una circunferencia que se divide con líneas, y engloba figuras geométricas que rozan la abstracción. En conjunto, el resultado tiene una expresión ambigua, dramática y cómica a la vez. No sabemos si detrás de la máscara hay un adulto o un niño, o si por contra, representa un arlequín de circo, al que su expresión y colores evoca con claridad. Tampoco lo aclara el título de la obra, que puede hacer referencia al filósofo romano Séneca o a la hierba de flor venenosa.
La serie trata sobre la representación humana en el arte del teatro, así como la ambigüedad e ilusiones que éste implica. Es un tema al que Klee recurre con cierta frecuencia a lo largo de su vida, apareciendo de nuevo como protagonista en otra serie de grabados que realiza en 1905 y titula ‘Invenciones’.
Senecio es sin lugar a duda, un claro ejemplo de cómo pueden convivir en una misma obra lo irónico y lo dramático, con una forma de expresión plástica despreocupada, típica de un niño, tan característica del artista.
Título: Senecio.
Autor: Paul Klee.
Fecha: 1922, Vanguardismo. Retrato.
Técnica: Pintura al Óleo sobre gasa y cartón con yeso 40.5×38.4 cm.
Localización: Kunstsammlung Basel, Inv. 181. Basilea.
Escrito por Inmaculada Peña
Artista Plástica, Licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Sevilla.